Novedad: ¿Un partido de Trabajadores?
Por Raúl Valle En un contexto marcado por la inminente llegada de un mega juicio por los cuadernos de las coimas, y la crisis estructural del capitalismo que amenaza, otra vez, con sacudir los cimientos del peronismo, Cristina Kirchner emerge como una figura polarizante, incapaz de unificar un movimiento que se desmorona bajo el peso de sus propias contradicciones. La expresidenta, condenada y proscripta, insiste en criticar a Axel Kicillof por el desdoblamiento electoral en Buenos Aires, pero su carta abierta del 31 de octubre revela una estrategia defensiva que oculta su responsabilidad en la división interna. Mientras la CGT se apresta a votar la Reforma Laboral, el sindicalista Hugo Moyano cae en desgracia, arrastrado por escándalos y alianzas oportunistas, el peronismo se fractura en alas irreconciliables, dejando a Cristina como una líder aislada, aferrada a un discurso que ya no convence ni a sus bases tradicionales. La Carta de Cristina: Un Ataque a Kicillof y...